El tercer milenio está pagando anuncios en la prensa especializada que dicen: ...necesitamos ejecutivos que guíen nuestras empresas por los caminos del siglo XXI; deben tener la insistencia de Colon -el descubridor-, la seguridad de Cortés -el conquistador-, la imaginación de García Márquez, la vocación humanista de Gandhi, pero, por sobre todo, deben ser auténticos...

Los descubrimientos en física y biología nos sorprenden mostrándonos un universo más complejo y plagado de multicausalidades que hacen temblar las "sólidas" bases de la ciencia que nos enseñaron en la escuela y sobre la que edificamos nuestros paradigmas. Pareciera que los físicos cuánticos no estuvieran sino confirmando las paradojas con las que nuestros antepasados, usted y yo, tropezábamos regularmente y tercamente negábamos.

Los hallazgos en el mundo de las micropartículas ofrecen una visión, que, como decía Einstein, "es más bien como trepar una montaña, descubriendo nuevas y más amplias perspectivas, conexiones inesperadas entre el punto de partida y toda la riqueza de su entorno".

Nuestra actitud, la responsable del éxito o del fracaso, es producto de nuestras creencias. Si creemos que el universo y nosotros mismos, como dice Marilyn Ferguson, somos algo mecánico, viviremos mecánicamente; si por el contrario reconocemos que hacemos parte de una estructura de complejas ondas probabilísticas, comprenderemos y fluiremos en este "universo caótico", siendo cooperadores del cambio.