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ENFOQUE DEL TRABAJO DE VISION CUANTICA

 

El arte de imaginar puede ser nuestra única ventaja competitiva

La frase ver para creer, expresión atribuida al apóstol Tomás cuando se enteró de la resurrección de Jesús, se ha convertido en el paradigma sobre el que se estrellan los sueños individuales. Con éste escudo protector el pensamiento dominante, de las distintas sociedades a través de la historia, intenta mantener la estabilidad "necesaria" para el progreso colectivo enrutando la creatividad sobre variables probadas y, sobre todo, tangibles.

Encontramos que los grandes saltos evolutivos se han dado cuando un sueño individual ó de pocos "herejes" ha jalonado sus actividades hacia su materialización, casi siempre fuera del marco conceptual vigente, para después ingresar y hacerse a un pin en la rueda colectiva.

Estos "herejes" iban tras la concreción de su sueño, éste era su norte, no seguían un camino, no se orientaban por el "mapa de la experiencia"; eran como el arroyo al nacer, con una sola vocación, sin un plano del camino pero con un sentido de existencia: llegar al mar.

Por razones de construcción hablo en tiempo pasado, pero Ud., ahora, puede ser uno de ellos, ¿tiene un objetivo trascendente su vida, como, por ejemplo, el de los hermanos Wright que se veían volando en un aparato construido por ellos, aunque el paradigma de la época establecía que cualquier objeto más denso que el aire, diferente a las aves, estaba condenado a permanecer en tierra, ó el de Julio Verne quien viajó a la luna antes que la NASA decidiera que esto era un sueño factible? Ellos tenían metas trascendentes, éstas eran el valor agregado que entregaban a la energía que les permitía vivir.

Ellos creyeron primero y después vieron.

Posiblemente Ud., como yo, ha estado pensando y comentando, en los últimos años, lo difícil que se ha tornado la seguridad personal en nuestro país, ha encontrado eco en las reflexiones que nuestros amigos hacen de ésta situación: Todos, o casi todos, tememos por nuestra seguridad y la de nuestros bienes. Venimos creyendo que algo de ésta escalada violenta puede envolver a un amigo, un familiar ó a nosotros mismos. Y, finalmente hemos visto como se genera un movimiento telúrico en un área, por demás tranquila, materializando nuestros temores.

Cuando Ud. viaja de su casa al trabajo, pueden suceder infinitos acontecimientos: llegar normalmente a la oficina, regresar por un llamado urgente de su hijo, una avería del vehículo, un accidente, una molestia física que le obligue acudir a un servicio de urgencias, etc., pero solo se materializa una de las múltiples posibilidades. ¿Por qué?. ¿Qué pasó con las otras ondas de probabilidades en las que Ud. estuvo inmerso?. ¿Por qué solo se materializó una?. ¿Hacia dónde se dirigieron las otras eventualidades?, ¿Qué factores influyeron para que sólo una de ellas se condensara en realidad?,

¿Será que estamos en capacidad de utilizar dichos factores en provecho nuestro?. Definitivamente: sí

La energía sigue al pensamiento

No somos elementos aislados en éste universo, existe una conectividad energética entre todos y cada uno de nosotros, entre nuestros pensamientos y la formación de la realidad, dada como la materialización de una de las infinitas eventualidades.

Es que nuestros pensamientos, nuestras convicciones, no están encarcelados por el cráneo, ellos se relacionan con las ondas probabilísticas de otras personas través de un elemento conectivo que ha tenido tantos nombres como culturas han elaborado el concepto: la formación akhashika, el inconsciente colectivo, el campo de resonancia mórfica, etc.

Los pensamientos de un individuo de la organización se entrelazan con los de sus compañeros de trabajo estructurando la compleja red de ondas de probabilidades para formar una realidad de grupo. Los pensamientos estructuran las actitudes individuales y éstas, a su vez, la del grupo, creando condiciones para que se facilite determinado tipo de acontecimientos.

Cuando en el grupo existe una proyección mental coherente hacia la visión, esto se asemeja a la luz que emite un equipo láser, es decir, se enfoca en un solo punto; todos están sintonizados con el objetivo. Otro pensamiento, igualmente grupal, pero no coherente, tiene su símil en la luz que emite una linterna corriente: aunque la mano del guía la dirija hacia un punto, siempre se observará que el rayo de luz sale en forma de cono enfocando el objetivo y sus alrededores; en éste caso no todos los fotones, ó partículas luminosas, tienen la misma vocación por el objetivo, son los fotones de incertidumbre que carece el "pensamiento láser", del primer ejemplo.

En la empresa moderna esperamos de todos sus integrantes una adherencia completa a la visión trazada por las directivas como única forma de alcanzar la meta y, con éste propósito, se desarrollan actividades para involucrar al trabajador, hacerlo el socio interno. Sin embargo observamos que aquello que finalmente se entrega son los instrumentos para seguir un plan, un fragmento de la visión corporativa.

El nuevo orden mundial exige una organización en constante mejoramiento de su producto en función de la adaptabilidad al cambio, esto, a su vez, requiere del alineamiento de la visión personal de los integrantes del equipo, con el objetivo que se ha trazado la corporación.

Nuestra misión es la de contribuir a moldear, en la organización, una actitud del tipo holograma en donde "cada parte contenga el todo", partiendo de la convicción de que, como en el equipo que genera dicho holograma, es necesaria la presencia de un láser para formarla; en nuestro caso: un pensamiento láser.

Ud. le pregunta a su colaborador por la visión de la empresa y, con toda seguridad, él se la detallará; ahora pregúntele por su objetivo trascendente en la vida, por el valor agregado que describíamos antes, muy posiblemente no la tiene definida ni, mucho menos, escrita. Probablemente creerá saber hacia donde se dirige, pero cargando el menaje de las dudas y estará orientándose por planos, estrategias, caminos "probados" en mapas "estudiados", corriendo el riesgo, finalmente, de darle mas importancia a los instrumentos que al objetivo mismo. Sus metas y sus sueños no se encuentran alineados. Entonces, ¿cómo podemos, a ésta persona, pedirle que crea en nuestro objetivo empresarial, si en su base no reconoce lo que realmente quiere? ; verá en el trabajo una finalidad y no el medio para su auto-crecimiento.

Conocedores del desequilibrio existente entre el gran crecimiento tecnológico y un hombre con más interrogantes de su propósito en la vida, Visión Cuántica ha asumido el compromiso de ofrecer "momentos no tecnológicos" que acercan al individuo consigo mismo y con una realidad más trascendental.

Es nuestro objetivo enseñar técnicas orientadas al descubrimiento y contacto con nuestra verdadera esencia de seres integrales, fortaleciendo la calidad personal como base de la excelencia, al vincular al sentido de vida individual el propósito empresarial como el medio para nuestro auto-crecimiento.

A través de métodos bioenergéticos de vanguardia nos comprometemos con el grupo entrenándolo para el hallazgo individual de puertas que al abrirse nos muestran el universo de nuestras posibilidades dispuestas a danzar al compás de nuestra actitud, para una realización personal superior a las situaciones coyunturales. Estos caminos enriquecen a la organización dado que al propiciarse una alineación individual podrán generarse los cambios paradigmáticos necesarios para implementar la transformación que exige el nuevo orden mundial a la organización del tercer milenio, al transmutar al empleado "ejecutor de planes" en uno que es socio de la visión.

El enfoque de Visión Cuántica es, por lo tanto, holístico. Creemos que la transformación organizacional hacia una efectividad plena, sólo podrá dinamizarse en la medida que le demos un giro al concepto del trabajo, entendiéndolo como un medio para la auto-evolución, y no como un fin, al proponer motivadores que nacen del trabajo mismo.

 

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   JESUS GONZALEZ BARCHA, M.D.
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